miércoles, 9 de abril de 2014

Aumento del acoso escolar, ¿Defensa personal como solución?

Tras la nueva propuesta educativa sobre la incorporación de la Defensa Personal en el currículum escolar, nos planteamos dos cuestiones: ¿Por qué la necesidad de esta innovación en estos momentos? ¿Qué consecuencias, tanto positivas como negativas tendría esta novedad?
Una de las principales cuestiones que me surgen de forma intrínseca a la hora de analizar dicha temática es el “porque” surge en este momento la propuesta de la implementación de la defensa personal en el currículum escolar como materia obligatoria para los sujetos. En la misma línea, al introducirnos en dicha reflexión estamos de acuerdo con autores trabajados, los cuales han reflexionado e interiorizado en dicha temática tales como, Brown y Johnson (2000), los cuales defienden que dicha propuesta curricular anteriormente planteada se realiza en este momento como consecuencia de la inclusión y cimentación de una sociedad cada vez más y más violenta.
Esto se está convirtiendo en uno de los principales argumentos por parte de los defensores de la implantación de la defensa personal en el currículo escolar a través del cual pretenden preservar y amparar la idea de que es necesario introducir esta nueva modalidad física en la educación a fin de transferir a la sociedad la necesidad de rechazar la violencia así como un fuerte sentimiento de seguridad y amparo con ellos mismos y hacia los demás miembros de la ciudadanía. Esto claro está, está abriendo un gran abanico de discursos educacionales en los cuales se muestran juicios a favor o en contra de dicha modificación curricular.
Ligado a lo anterior y sin que sea de precedente entendemos que es necesario aportar mi idea sobre el porqué se realiza la propuesta presentada en esta época de crisis, conflictos y debilidades. Uno de los argumentos que entiendo que cobra más fuerza es el hecho de la situación por la que estamos pasando está fomentando la transmisión a la ciudadanía de valores y sentimientos de desconfianza, competitividad, alarma, desasosiego, debilidad, entre otros muchos, lo que hace evidente la necesidad de protección de la sociedad. Ante esto discrepo claramente, debido a que entiendo que en tiempos donde uno de los aspectos más notorios de la sociedad es la violencia, lo correcto no es transmitir valores de protección, defensa y desconfianza en los demás, sino todo lo contrario: confianza, ayuda, empatía, creatividad, motivación, aliento, esperanza… y esto puede conseguirse a través de la modificación de aspectos curriculares, por ejemplo: implementando asignaturas relacionadas con las artes plásticas, musicales, danza, teatro, etc. Pero nunca a través del aprendizaje de valores relacionados con la violencia así como la persuasión de la agresividad en los alumnos/as.
Como toda innovación o novedad, la incorporación de un nuevo aspecto dentro del currículum escolar despierta opiniones diversas que nos llevan a especificar cuáles serían las ventajas o los inconvenientes de incorporar la defensa personal como parte implícita de la educación física dentro de un centro educativo.
Tras conocer una investigación realizada en el Instituto de Enseñanza Secundaria Duque de Rivas (Madrid, España), donde se ponía en práctica la defensa personal como parte de la unidad didáctica del departamento de educación física para los alumnos de 2º, 3º y 4º de la ESO, y 1º de bachiller, se ve que las opiniones tanto del profesorado de educación física como de los alumnos nos llevan a señalar cuales son las ventajas y los inconvenientes de esta práctica deportiva.
En primer lugar, podemos señalar que la propuesta de la defensa personal como contenido dentro del currículo de educación física en Secundaria y Bachillerato es una aportación interesante, primero, porque todo lo que sea innovar y plantear nuevas formas de aplicación de actividades físicas siempre supone un aliciente tanto para el alumnado como para el profesorado, y también porque la tendencia en Educación Física debe ser la de ampliar perspectivas, conseguir desarrollar actividades menos conocidas, que generen una mayor implicación del alumnado.
Por otra parte, queda reconocido que la persona formada en autoprotección adquiere seguridad y confianza, lo que le permite actuar con mayor tranquilidad y conocimiento en el caso de verse involucrado en un conflicto, favoreciendo así la no violencia.
Además, y este es uno de los principales argumentos que dan los profesionales en el tema, la defensa personal puede permitir la mejora de valores que, en estas edades, suele estar por debajo de lo estimado, como son la autoestima y la asertividad… Una mayor autoestima, permite ser capaz de decir ‘no’ a lo que implique actuar de manera diferente al resto, y debe ser una de las prioridades del desarrollo integral de los alumnos.
Por otro lado, encontré una serie de inconvenientes o repercusiones negativas que no afectan positivamente la incorporación de la defensa personal como parte del currículum escolar.
Así pues, uno de los inconvenientes de impartir defensa personal en educación física es que paradójicamente las técnicas defensivas dotan a la persona de cierta capacidad ofensiva, lo que en manos de alumnos mal concienciados puede acompañarse de consecuencias desafortunadas. Por ello, expertos y profesores subrayan la importancia que tiene la actuación del docente, quien debe presentar este contenido siempre, y en todos los casos, bajo un discurso de no agresión. La transmisión de la información hará que se obtengan unos resultados u otros.


2 comentarios:

  1. ¡Muy buena entrada!, estoy de acuerdo contigo en que se debería de optar por fomentar materias que desarrollen la parte izquierda de nuestro cerebro, tales como las que nombras; artes plásticas música, teatro,etc.

    La intencionalidad del educador a la hora de transmitir estos conocimientos o valores creo que es crucial, no obstante siempre existirá ese peligro, el de usar dichos conocimientos o técnicas cuando no se deben, ya que siempre estamos cerca de la línea de lo correcto o lo incorrecto, siendo muy fácil pasar de un lado a otro y siempre está el hecho de la prohibición que para esas edades es realizar un pulso con el alumnado, ya que en la adolescencia se busca saltarse las normas impuestas por las personas más mayores o la sociedad en sí.

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  2. Buena entrada Dani. Gracias por tu aportación, no sabía nada al respecto y me he quedado muy asombrado. Me parece una barbaridad querer combatir la violencia con violencia, y mas enseñar defensa personal a niños. Son niños, no deben aprender esas cosas y menos en la escuela a mi forma de ver. ¿Cómo vamos a crear una sociedad sin violencia enseñando violencia? ¿Cómo vamos a acabar con las peleas entre alumnos; con los Maximiliam, con el bullying? ¿Dándoles medios? ¿Enseñándoles técnicas de lucha a niños? ¿No deberían estar jugando? Cada vez entiendo menos esta educación.

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